jueves, 14 de mayo de 2009

¿SOMOS EJEMPLO PARA NUESTROS HIJOS?

Son pocas las veces que nos damos cuenta cuan importante es vivir de aquellos recuerdos que de una u otra forma, agradables o no, le dan sentido a nuestra vida. Desde los primeros años de nuestra infancia comenzamos a escuchar todas las expresiones de nuestros padres, familiares, amigos y profesores y desde estos espacios sociales quedan discursos instituidos en nuestras actitudes y proceder diario. Pero más allá del discurso es fundamental la práctica de estos.


"Somos responsables de nuestros actos". Es una consigna muy común que escuché desde muy pequeña. La responsabilidad es un valor que se adquiere por la vivencia de aquellas situaciones o acontecimientos que comprometen y exigen un resultado satisfactorio, sin importar las dificultades que se puedan presentar. De esto estoy más que segura. Pero, ¿qué tan responsables somos hoy? ¿qué tanto le enseñan los padres a sus hijos a ser responsables? ¿qué tanta responsabilidad delegan los padres a sus hijos? o acaso ¿son ejemplo de responsabilidad?
La responsabilidad no la puedo adquirir sólo porque mis padres me repiten a diario que es uno de los valores más importantes, pero no me brindan la oportunidad de esforzarme para poder serlo, para poder lograr lo que me propongo, sino por el contrario, todo lo que se me antoja lo obtengo fácilmente. O en otro caso, no me dan muestra de lo que realmente significa ser responsables. Claro está, es de nuestros padres de quien recibimos el amor, el afecto y el apoyo que nos ayuda a salir adelante, pero no podemos llegar a los extremos, el facilismo destruye e inutiliza y la falta de ejemplo nos lleva a derrumbar fácilmente lo que construimos con gran esfuerzo.
Dificílmente puedo olvidar las palabras de mi profesor de filosofía al entrar al aula de clases "Día de éxitos muchachos y recuerden, dar ejemplo no es suficiente, se hace necesario ser ejemplo". Hoy más que nunca le encuentro sentido a su consigna. Los padres educan ante todo, con la totalidad misma de su vida, por tanto tienen que perfeccionarse. Ellos se convierten en maestros para sus hijos. ¿Con qué autoridad moral puede un padre llamarle la atencion a su hijo porque llega embriagado a casa, si él lo hace con frecuencia? Puede un profesor exigir puntualidad a sus estudiantes si él llega siempre con varios minutos de retraso? ¿Dónde está el ejemplo?

Desafortunadamente esa es la realidad que nos caracteriza, y si nuestros hábitos y actitudes se reflejan en nuestros hijos, ¿por qué no actuar con responsabilidad y honestidad?, ¿por qué no crear un ambiente agradable y amoroso?, ¿por qué no dedicar más tiempo para el diálogo?. Si somos ejemplo ayudaremos a establecer en ellos normas de conducta que contribuirán al desarrollo de su personalidad.

1 comentario:

  1. Durante el poco tiempo que llevo en este mundo, mis padres han tratado de ofrecerme una vida llena de felicidad, no me han dado una vida facilista, no me han dejado hacer locuras que hoy día muchas jovenes de mi edad hacen, a mis 18 años entiendo el verdadero significado de la responsabilidad por que me han delegado mis propias responsabilidades. Responsabilidad para mi es ser prudente, hacer las cosas en el momento justo, ni antes ni después, "para todo hay un momento y un lugar" eso me lo ha dicho mi papá desde que tengo uso de razón. Mis padres han sido el ejemplo perfecto de la responsabilidad para mi y para mis hermanas, he tenido toda la libertad que he querido y he sabido utilizarla sin arrepentirme.

    ResponderEliminar